Llevo años trabajando con los mejores laboratorios cosmecéuticos, cuyas firmas aportan ciencia y resultados. No obstante, en la satisfacción de un cliente, no solo priman a veces los hechos, sino también la experiencia que envuelve a un producto, haciendo que aplicarlo satisfaga sus sentidos. Para mí, el descubrimiento de Omorovicza fue como encontrar una joya cosmética, ya que proporciona aliados efectivos que, al mismo tiempo, son altamente placenteros, sensoriales y lujosos.